Trabajemos por un cambio cultural

El nuestro no es un pueblo que merezca lo que padece. Si pensamos en los últimos 50 años podemos pensar a un país como una criatura que nace con padres que le dicen lo que tiene que hacer, docentes que lo sientan en el aula y le dicen lo que tiene que saber, gobernantes que le dicen lo que tiene que votar. La formación del ciudadano fue bajo la forma de la obediencia. Inclusive, vemos como el partido gobernante que gobernó gran parte de estos años, manejó el "disciplinamiento" casi militar, donde la autonomía del pensamiento es casi imposible. Un país educado bajo esa forma pasiva de ser lleva a formaciones espasmódica y extremas para desprenderse de ese encorsetamiento o a formas de no pensar, total piensa "papá", piensa el otro. Cuántas veces escuchamos que "el pueblo no delibera ni gobierna sino por sus representantes"!!! Quitando el significado que tiene la palabra REPRESENTANTE, que encierra en sí la palabra REPRESENTADO. Pero nos anulan esa parte del par. Por eso, como ciudadanos tenemos que empezar por una forma activa de pensamiento. Dejando de esperar que las cosas vengan de afuera. Pero eso significa un cambio cultural muy fuerte. Queramos a nuestro país y no perdamos la esperanza de construir una forma de convivencia que nos contenga a todos.