Las noches una a una se van sucediendo. El cuento mantiene el suspenso. Como Schehrazade que mediante un cuento todas las noches debe mantener el interés del sultán para vivir un día más, los argentinos nos quedamos esperando la nueva estrategia para perpetuarse en el poder. Un espejo distorsionado pero simbólicamente semejante: NOS MANTIENEN ENTRETENIDOS y los días pasan. Van pasando cosas, pero no pasa nada- Todos cuentos. Nosotros, esperando que se termine de una vez la pesadilla pero en su agonía nos siguen contando el cuento. Miren Uds., Marx (progresismo que no lo nombra por las dudas, no vaya a ser que los llamen marxistas) decía: el voto es el opio de los pueblos. La gente cree que votando resuelve algo y entre voto y voto los elegidos hacen lo que quieren. Solamente la forma activa y la participación ciudadana puede cambiar las cosas. Qué no nos sigan haciendo el cuento...
26 mar 2009
El cuento de las mil y una noches
Publicadas por Stella Maris Coniglio a la/s 11:05 a.m.
Etiquetas: Marx, mil y una noches, Schehrazade
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