4 jun 2009

La lección de Faetón


Uno de los personajes de la mitología griega que han simbolizado la ambición ciega y la obstinación es Faeton.

Éste quería demostrar ante los demás que él era el hijo del Sol para lo cual recurrió a su padre quien, para complacerlo le prometió otorgarle el don que le pidiera (un cheque en blanco), a lo cual contestó que quería manejar su carro por un día. Es decir, ocupar el lugar que no le correspondía: ser el Sol.
Al oír tales palabras, Febo (el sol) se arrepintió de haber prometido que iba a acceder a cualquier petición de su hijo. No podía permitir que éste corriera el riesgo de una catástrofe, provocando un desastre irreparable.Trató de persuadirlo que no lo hiciera pero ya había dado su promesa y la cumplió.

Al principio todo iba bien hasta que Faetón se distrajo queriendo ver hasta dónde había llegado , los caballos se desbocaron y se acercaron a la Tierra donde vastas regiones ardieron de súbito o se alejaron produciendo un frío intenso que amenazaba la posibilidad de vida.

Zeus,advertido del curso irregular del carro del sol, vio desde su trono que era una mano inexperta la que empuñaba las riendas, tomó uno de sus rayos y lo lanzó al espacio. El rayo golpeó en pleno pecho al audaz "sol por un día", y éste soltó las riendas y se precipitó en el vacío. El carro del sol se detuvo un momento, y Febo volvió a ocupar su puesto.

No sólo Faetón con su ambición ciega y su obstinación produjo tantos males. También aquel que no entendió que otorgar un don no significa dar un cheque en blanco.

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