25 oct 2009

Cuando lo bueno es noticia!!!


María Soledad Acosta, de 27 años. Hace una semana que trabaja en el bar de Sarmiento y Santa Fe de Rosario, Santa Fé, como personal de refuerzo.

El jueves al mediodía, luego de atender a tres hombres que consumieron el menú del día levantó la mesa y debajo de uno de los individuales encontró dos cheques de 15 mil pesos cada uno. Sin dudarlo un momento los entregó al encargado, que llamó a los clientes.
   María Soledad Acosta de Calore tiene 27 años “El jueves, cuando retiré un servicio, debajo de un individual había dos cheques. Creo que eran 30 mil pesos, pero no pensé en quedármelos. Creo que no me corresponde dinero que no gané trabajando”, dice contundente.
  “Mi mamá siempre estuvo en gastronomía y, cuando no pudo, empezó a limpiar casas”, relata.
   Ella repitió la historia. Empezó a trabajar a los 18 años. No terminó la escuela porque estaba embarazada de su hija que hoy tiene 8 años. Desde entonces se arremangó para cargar bandejas.
   Su marido es empleado de una heladería y entre los dos llegan “con lo justo” a fin de mes, cuenta Soledad. “Se nos van más de 1.500 pesos entre alquiler e impuestos”, agrega. A esto se le suma la cuota del colegio. “Los chicos van a La Asunción, porque les quiero dar una buena educación, algo que yo nunca tuve”. relata.
Después del suceso del jueves, en la casa de Soledad se celebró su gesto de honestidad.
Publicado en La Capital y en Perfil, lamentablemente, destacando que no le dieron nada a cambio por su actitud, más que el hecho en sí y la calidad humana de María Soledad.