2 nov 2009

Identidad, ADN, todo un tema



Mucha tristeza, mucho dolor y mucho miedo me produce que se quiera extraer por ley el ADN de forma compulsiva a los presuntos hijos de desaparecidos. Mucha tristeza por lo que hemos vivido y no podemos olvidar, dejando a nuestros muertos en paz. Se debiera exigir de alguna manera a los militares para que den la información que ellos tienen. Mucho dolor por los que siendo presuntos hijos de desaparecidos tengan que soportar la violación, la intromisión en su identidad, de la que no son "culpables". No son culpables de haber nacido, ni son culpables de nada. No tienen nada que no quieran demostrar. Producen dolor las abuelas que tienen que recurrir a mortificar a sus posibles nietos, a quitarles la posible felicidad, para esclarecer su pasado, al que parece ser que ya mayores no quieren retornar. Y miedo porque que el Estado aplique en este caso un allanamiento para identificar, da lugar a cualquier tipo de persecusión e intromisión en la intimidad de las personas.
Tenemos miles de niños indocumentados que NO EXISTEN y se persiguen a los que tienen una identidad elegida y se la quieren expropiar. Me pongo en el lugar de las abuelas y yo no sacrificaría la felicidad de un nieto para lograr una justicia. Distinto si fuera un menor y estuviera siendo educado por un apropiador. Con los años que tienen ya es violatorio. No tienen la culpa de haber nacido.