9 may 2010

El punto nodal: no hacer asistencialismo sino asistir


Allí, donde sobran las carencias, donde la tierra se parte, el polvo es más polvo y el agua es un milagro, es posible vivir de lo nuestro. Colonia Rural Nueva Esperanza, de la ciudad de Neuquén, nutre el paisaje más inhóspito. Para muchos es la nada. Enclavada en la meseta, asiste a un desarrollo productivo de gran escala. Trece crianceros de cerdos reconvirtieron su actividad productiva y ya cuentan con una marca propia: Lechón Criollo Magro Patagónico.
Antes convivían entre escombros y desperdicios. Muchos hasta reciclaban basura. No tenían agua potable de red ni luz ni cloacas. Sobre una chacra de 1 a 2 has. armaban corrales de chapa, cartón o pallet para la cría de cerdos con alimento orgánico. Producían en época estacional, para consumo propio y algunos particulares. Hoy sostienen chiqueros de calidad y colocan sus productos en el mercado regional.No es sólo mérito de ellos. Es la iniciativa de la asociación civil Contribuir al Desarrollo Local( www.contribuir.org.ar ). Desde 2006 implementa este proyecto, al que denomina Vivir de lo nuestro.
Preseleccionados por la Fundación Hueche, que administra el Centro de Formación Profesional de la Colonia, los criadores de chanchos fueron capacitados por contribuir al desarrollo local, que además facilitó las mejoras para optimizar e incrementar la producción. Los chiqueros fueron subdivididos con bolleros eléctricos, tienen comederos con alimento balanceado, incorporaron buenas prácticas de manejo y disponen de un botiquín para desparasitar a los animales. Hoy tienen electricidad.
También implementaron tecnología para optimizar el agua potable suministrada en camiones y genética para mejorar la calidad de los chanchos. Esto es posible gracias a un trabajo asociativo, coordinado por un equipo interdisciplinario que enfoca el proyecto desde distintos ángulos.
"Cada uno es dueño de su propiedad, pero comparte la gestión. Por medio de la asociación comercializan sus productos a gran escala. Hay un trabajo de articulación entre lo público y lo privado muy importante", destacó Sicardi.
"La idea es convertir la colonia en un centro de calidad", adelantó Sicardi. Unas 420familias residen en este lugar y cerca de 150 se dedican a esta actividad. "Es mucho lo que se puede hacer", indicó Garralda. Vivir de lo nuestro no sólo mejoró la producción, sino el hábitat. "Confirma que es posible salir de la pobreza. La transformación ha sido muy importante. Eran tenedores, ahora son productores y aspiramos a que puedan ser empresarios de cerdos", concluyó Sicardi.
En Brasil pasa lo mismo, cuenta Frei Betto:
A través de la discusión con la gente, vamos a descubrir formas de economía solidaria, de comercio justo. En una zona muy pobre, un señor me dijo: “bueno yo vivo en una situación muy difícil, porque lo único que esta tierra produce es yuca". En esta misma zona, los Consejos han descubierto que había abejas en la zona de sequía, en donde las abejas tienen pocas flores y trabajan mucho más. Por eso producen la mejor miel de Brasil, la más aceptada para la exportación, porque tiene bajo nivel de oxidación. Entonces, ahora esta gente que plantaba yuca gana dinero con miel de abeja. Este es un ejemplo de cómo vamos buscando con la gente formas alternativas de producción.
http://www.congreso.gob.gt/plumainvitada/15.pdf
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1187291
Los gobiernos tienen que ser articuladores de proyectos. Ni siquiera darles el dinero, ponerles tecnologías, conocimientos, organización, investigación de mercado, comercialización, análisis de sus fracasos y formar a los productores para alcanzar objetivos de buena calidad y exportación de su producido. Levantar sus miras de limosneros. El asistencialismo es dinero derrochado.

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