20 may 2010

La guerra por las mentes, destruyen, NO construyen



El núcleo de la filosofía de Sun Tzu sobre la guerra (un general chino que vivió alrededor del siglo V a.c) descansa en estos dos principios:
Todo el Arte de la Guerra se basa en el engaño.
El supremo Arte de la Guerra es someter al enemigo sin luchar.


Años ejercitándose en el posicionamiento en la guerra por un lugar en la mente del consumidor.El marketing abocado a estudiar el comportamiento del consumidor para poder posicionarse en su mente hasta basándose en engaños como la publicidad engañosa, por ejemplo, de los bancos.
La confusión en el espíritu de los ciudadanos, puede ser provocada, esto es, producida en forma deliberada.La vieja maquinaria de propaganda ha evolucionado para convertirse en el refinado arte de la guerra psicológica.
Los medios de comunicación son considerados parte del campo de batalla.
Con un espíritu bélico (como el que estamos viviendo), en una atmósfera de odios exacerbados, el razonamiento objetivo se desvía con facilidad. Cada bando argumentará con la vehemencia con que desea vencer o escapar a la derrota.
El concepto de mentira-propaganda fue elevado a la categoría de frente de batalla una vez instalada la dictadura nazi en 1933. La misión de radioemisoras, noticieros y periódicos era doble: la primera pasiva, apuntaba a elevar la moral y proporcionar esparcimiento a las fuerzas propias (llamémosle fútbol); la segunda, activa, pretendía desmoralizar y desorientar al enemigo.
Hay un chiste que grafica cómo se puede incidir en nuestras mentes por los medios y peor cuando están en manos del gobierno: Stalin invita a Alejandro el Grande y a Napoleón a un gran desfile militar. Alejandro contempla atónico las poderosas armas, mientras Napoleón lee el periódico oficial Pravda. Concluido el desfile, Stalin les pregunta que pensaban de semejante despliegue bélico. Alejandro el grande le respondió que con esas armas jamás habría perdido una batalla. Napoleón, por su parte replicó que con un diario como Pravda nadie se habría enterado jamás de su derrota en Waterloo.
"Ganar la guerra es también controlar las imágenes y las palabras”, decía el periódico francés Le Monde, es decir, controlar nuestras mentes.
Vemos la desesperación de muchos comunicadores, en lograr mediante diferentes argucias, argumentos falsos presentados envueltos en aparentes críticas al gobierno, programas de televisión con visión parcializada mostrando una sola cara de la moneda , la no participación de políticos de la oposición en programas de medios estatales, el no debate de ideas en forma abierta, el no dar conferencias de prensa para contestar las preguntas que la ciudadanía pueda tener. El presentar a todos los medios no afines como enemigos.
Nos gustaría una política que contemple al otro como un integrante de un equipo no un enemigo a combatir.
Fuente: Raúl Sohr "Las guerras que nos esperan", capítulo "La guerra por las mentes"

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