2 may 2010

La vida espera algo de nosotros...



"Estamos para los que no tienen otro que los escuche." Parece simple, pero es toda una declaración de principios. La tarea es completamente anónima, tanto por parte del que llama como del que atiende.
Son voluntarios de SOS Un Amigo Anónimo. En forma gratuita, y sin dar nombres, escuchan a quienes atraviesan una situación de angustia y soledad, depresión o violencia y que llaman al (011) 4783-8888.

El grupo tiene 38 años. Fue fundado a partir del ejemplo de las líneas telefónicas de ayuda surgidas en Europa después de la Segunda Guerra Mundial. Sus creadores fueron Pablo e Ilse Taussik, un matrimonio de origen europeo. "Se capacitaron en Europa y el 23 de abril de 1972 atendieron la primera llamada. En estos años atendimos más de 350.000 llamadas", cuenta Nelly.

De lunes a lunes, de 9 a 21, uno de los 40 voluntarios atiende el teléfono. No dan opiniones religiosas ni políticas. Su página web es www.sosunamigoanonimo.com.ar .

Antes de ser voluntarios en la organización, los interesados se capacitan durante diez meses; después practican haciendo roll play y más tarde llegan al teléfono. Un equipo de psicoanalistas, psiquiatras y médicos los respaldan y, una vez por semana, se reúnen para aprender de los más diversos temas relacionados con la salud, con lo legal y con las problemáticas sociales.

"La estructura de la enseñanza nos da respaldo", dice María. Junto al teléfono tienen un enorme fichero con lugares de derivación gratuita en las más variadas disciplinas.

"Hay que tener sentido común y amor", explica Norma. "Hay que tener cabeza y corazón. Estamos preparados con amor", agrega Ramona. "Con mucho respeto por el que llama", acota Nelly. "Hay que cuidar mucho tanto al que llama como al que atiende. Por eso, recibimos muchas herramientas", completa María.

"Nos distinguimos de otros centros asistenciales y líneas telefónicas de asistencia porque hacemos mucha prevención. Lo que tenemos de especial es que atendemos como amigos, con herramientas, pero es una charla de igual a igual", señala María. "La palabra crea, ordena, libera", expresa Ramona.
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1255810

Así, vamos viendo, que son muchas las formas que tenemos de ayudar al otro. Tenemos que ver qué cualidades y aptitudes tenemos para brindar: nuestro tiempo, nuestro conocimiento, nuestro amor, nuestra experiencia a aquellos que lo necesitan. Docentes, abogados, jueces, pueden cooperar en emprendimientos como estos. Podemos ayudar a ayudarse y en eso estaremos construyendo otro mundo que no sea utópico.
"Debemos aprender por nosotros mismos, y también enseñar a los hombres desesperados que en realidad no importa que no esperemos nada de la vida, sino que la vida espere algo de nosotros. Dejemos de interrogarnos sobre el sentido de la vida y, en cambio, pensemos en lo que la existencia nos reclama continua e incesantemente."
"Sentirse protagonistas, no víctimas" . Viktor Frankl (1945):“El hombre en busca de sentido”

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