Trátame bien!!!

A menudo nos encontramos con personas que enrarecen el ambiente con sus malas caras, que lanzan improperios, que entorpecen el trabajo e incluso que son especialistas en ponerles trabas a las cosas más sencillas.
¿Conoce a alguien así? ¡Seguro que sí!¿Sabe qué es lo peor? :
Qué nos hemos acostumbrado a solucionar las diferencias con los demás a punta de gritos y groserías.
Pónganse a pensar, al menos un instante, lo mal que suelen tratarnos. Hasta cuando pasas bien por una senda peatonal te insultan. O cuando están estacionados doble fila o en las paradas de los colectivos donde se debe arrimar para que suban los pasajeros, te contestan mal si les dices algo. Eso es tratarse mal, es no considerar al otro.
Las malas caras, el gesto adusto, la no comunicación de los problemas para la búsqueda de la solución conjunta, el grito, la impaciencia.
En las empresas, en las aulas de clase y hasta en la propia intimidad de las parejas se respiran alientos salvajes, fricciones y un trato altanero.
Pocos dan gracias por los favores recibidos, algunos ni siquiera saludan.
¡Qué distintas serían las cosas si aprendiéramos a tratarnos bien! Nada más agradable que hacer amigos y regalar una sonrisa.
Se han desarrollado proyectos interesantes realizados por jóvenes para jóvenes, pretendiendo, desde la educación, "llegar a todos los chicos y chicas que no ejercen ni sufren maltrato, pero tampoco se tratan bien".
Todos los días exprésele a la gente lo que siente, pero con palabras cordiales.
Todo un tema, educar para tratarnos bien, no es poco...