La historia de Marcelo es una historia de lucha, perseverancia y tenacidad. “Mis papás se separaron cuando yo tenía tres años. Pude terminar el colegio primario pero en casa no había un mango. Eramos pobres, pero pobres en serio. Así que tuve que salir a trabajar”, repasa. Salió a vender diarios con su hermano.
Ya mayor trabajando de chofer de colectivo: “Un día, una pasajera me dijo que tenía que estudiar, que ella me veía potencial. Se llamaba Laura y la recuerdo con cariño porque hasta me buscó un colegio. Cuando fui a la primera clase me di cuenta que apenas sabía leer y escribir. Pero salí hablando”. Dice que el CBC fue lo que más le costó: “Sufrí, pero no me di por vencido. De a poquito fui metiendo las materias hasta que terminé. Y después vino la carrera de abogado. Pagué mis estudios con el sueldo de barrendero”, cuenta.
“¿Terminaré? ¿Voy a poder hacer esto? Bueno, me lo propuse como el camino de la hormiga. Barría y estudiaba. Hasta mi media hora de descanso la dedicaba a la carrera: me sentaba abajo de algún árbol a leer. Y me sorprendí de mí mismo, porque me costaba, pero podía hacerlo”.
Ahora es un abogado de 41 años, el Dr. Marcelo Iriarte, que hasta que pueda ejercer plenamente su profesión seguirá trabajando de barrendero.
Su nuevo sueño: ”Un día voy a ejercer, no tengo dudas”
http://www.clarin.com/sociedad/dia-voy-ejercer-dudas_0_274772579.html
Y PUDO. Y demostró que la pobreza no es causa sino consecuencia. Orgullo argentino por el Dr. Marcelo Iriarte.
9 jun 2010
Marcelo, un pobre al que no le robaron sus sueños
Publicadas por Stella Maris Coniglio a la/s 12:05 a.m.
Etiquetas: barrendero, Dr. Marcelo Iriarte, ladrón de sueños
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