Los baños públicos requieren atención

Los baños de una ciudad dicen mucho de ella, de su cultura, de su concepto de higiene, del respeto de sí mismo que tienen sus habitantes. Además, a través de los baños públicos se conoce la manera que tiene la administración pública de expresar su interés por la salud y el cuidado de su gente. Ni qué hablar de cómo la ciudad cuida a los turistas. El ir a un baño confiable, aseado, iluminado, con puertas y depósitos que funcionen, con todos sus implementos y dotación de los elementos de higiene, producen satisfacción al visitante del lugar. Teniendo en cuenta los peligros que se corren al utilizar este tipo de servicios en malas condiciones: probabilidad de contagio de enfermedades cutáneas hasta problemas más graves, como hongos e infecciones. En la Confitería del Anfiteatro en el Parque Urquiza de Rosario ni se preocupan que los baños parezcan limpios, están en un abandono total: piso mojado, los servicios sin agua, no hay nadie que ofrezca los elementos indispensables para la higiene. Los fines de semana, por la cantidad de gente que hace uso de esas instalaciones, es indispensable que haya una persona para que limpie, desinfecte, desodorice y recoja la basura, su acumulación es un foco de bacterias y proporciona muy mal aspecto. Es de suponer que provea papel higiénico, jabón de tocador y toallas de papel individuales. El estado en que están esos baños más que falta de cuidado es una agresión para el usuario (y no estoy exagerando). Los rosarinos podemos ayudar señalando necesidades como éstas para una ciudad que pretende ser turística,no les parece?