31 dic 2010

Por un 2011 mirando el futuro


La primera referencia escrita sobre las doce uvas aparece en la Nochevieja de 1895,1 en esta fecha fue el Presidente del Consejo de Ministros quien despidió el año 1895 con uvas y champán.
La prensa madrileña ya comentaba en enero de 1897 "Es costumbre madrileña comer doce uvas al dar las doce horas en el reloj que separa el año saliente del entrante". Al año siguiente la prensa4 animaba a esta tradición con un artículo titulado "Las Uvas milagrosas".

La Puerta del Sol en Nochevieja durante las doce campanadas.
La tradición marca tomar las doce uvas a los pies del reloj de la Puerta del Sol, pero esta tradición provocó tanto interés que ya en 1903 las uvas también se comían en Tenerife y poco a poco se fue ampliando al resto de España, aunque la tradición marca que deben tomarse en la Puerta del Sol.
Típicas uvas de fin de año.
En España se utilizan uvas frescas, siendo la variedad más consumida la uva del Vinalopó. En otros países, como en Argentina, se comen doce uvas pasas. Aunque el porqué de ser doce no se tiene claro si es por los «doce meses», una uva por cada mes, o si es por las "doce campanadas", evidentemente, una uva por cada toque de campana.
Según la tradición, se cree que el que se coma las doce uvas al compás de las campanadas tendrá un año próspero.
Comamos los ñoquis los 29, comamos las 12 uvas la nochevieja, atemos el Pilatos, enterremos un sapo y que el año 2011 nos encuentre a todos unidos en la construcción de un país para todos y de todos donde el diálogo, la cortesía, el interés por el otro y el compromiso sea el resultado de nuestro esfuerzo. Como he dicho muchas veces, en vez de decir: la gente ( los otros) digamos a gente, como los portugueses, que quiere decir NOSOTROS.

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