Venimos hablando sobre el hecho de no entender mucho cómo el viento de cola no aumentó la producción nacional ni la demanda de mano de obra y héte aquí que la Unión Industrial Argentina, muy "aplaudidora" de la gestión K reclama una incongruencia planteada durante 7 años: problemas porque la mayor demanda está cubierta por importaciones que no favorecen la industria nacional y por el otro pide que el Estado promueva la inversión para aumentar la capacidad productiva.
Lo que no se hizo en tantos años como es la CONFIANZA NACIONAL que la UIA parece desconocer, produjo que los frutos del viento de cola en nuestro país queden para muy poca gente, que es la que apuesta al riesgo y tiene la capacidad de salirse cuando las cosas se ponen mal. Eso no sucede con el común de la gente y con el empresario medio.
Venimos viendo que en realidad el empresariado tendría que tener una mentalidad de timbero, de jugador, no la mentalidad empresaria de apostar al futuro en un país que reune las bases sustentables en reglas de juego claras basada en la seguridad jurídica. En nuestro país las leyes se mueven con el humor de los gobernantes de turno. Invertir acá es como hacerlo en un país en guerra. Capaz que te hagas rico, pero capaz que te caiga una bomba cuando estés firmando un contrato.
28 ene 2011
Empresarios con mentalidad timbera
Publicadas por Stella Maris Coniglio a la/s 12:06 a.m.
Etiquetas: importaciones, industria nacional, inversión, riesgo empresario, Stella Maris Coniglio, UIA, utopias argentinas, viento de cola
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario