25 abr 2011

Parálisis por análisis

Un gran maestro y un guardián compartían la administración de un monasterio zen. Cierto día el guardián murió, y había que sustituirlo. El gran maestro reunió a todos sus discípulos para escoger a quien tendría ese honor.
“Voy a presentarles un problema —dijo—. Aquel que lo resuelva primero será el nuevo guardián del templo”.
Trajo al centro de la sala un banco, puso sobre este un enorme y hermoso florero de porcelana con una hermosa rosa roja y señaló: “Este es el problema”.
Los discípulos contemplaban perplejos lo que veían: los diseños sofisticados y raros de la porcelana, la frescura y elegancia de la flor... ¿Qué representaba aquello? ¿Qué hacer? ¿Cuál era el enigma? Todos estaban paralizados. Después de algunos minutos, un alumno se levantó, miró al maestro y a los demás discípulos, caminó hacia el florero con determinación y lo tiró al suelo.
“Usted es el nuevo guardián —le dijo el gran maestro, y explicó—: Yo fui muy claro, les dije que estaban delante de un problema. No importa qué tan bellos y fascinantes sean, los problemas tienen que ser resueltos. Puede tratarse de un florero de porcelana muy raro, un bello amor que ya no tiene sentido, un camino que debemos abandonar pero que insistimos en recorrer porque nos trae comodidades.

Sólo existe una forma de lidiar con los problemas: atacarlos de frente. En esos momentos no podemos tener piedad, ni dejarnos tentar por el lado fascinante que cualquier conflicto llevan consigo”.

Los problemas tienen un raro efecto sobre la mayoría de nosotros: nos gusta contemplarlos, analizarlos, darles vuelta, comentarlos... .Se ha dado en llamar “parálisis por análisis” a este proceso de contemplación e inacción.

Eso es lo que nos está pasando a los argentinos. Vivimos en análisis permanentes y nada nos rebela. Quién es el candidato de la oposición?. Cristina va por la reelección?. Los índices del INDEC son los que corresponden?. Se ataca la libertad de expresión?. Se van a unir estos o aquellos?. Hay hambre. Hay desnutridos. Hay desocupación. Hay narcotráfico. Hay contrabando. Hay fraudes electorales. Hay...Hay ...Ay!!!!! Rompamos el jarrón!!!. Dejémonos de analizar tanto lo que nos paraliza.

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