5 ago 2012
Estoy con el "síndrome del indígena".
Al enterarme que Victor Hortel, director del Servicio
Penitenciario, dirigente del “Vatallon Militante”, era un ex integrante de la agrupación “Negros de
Mierda" tuve el "síndrome del indígena". Me di cuenta que habían
llegados unos "Negros de Mierda" como se hacen llamar (“tomamos el
nombre vertido por el enemigo y lo usamos como idea fuerza", explicó
a Perfil.com uno de sus fundadores), dispuestos a tirar por tierra toda una cultura
cultivada en el país durante 200 años(en su sitio web se definen
como "un colectivo cultural, militante, nacional y popular; reivindicamos
los valores que nos dan identidad, que nos constituyen, que nos acercan a una
forma de actuar, de sentir y de pensar; que nos hacen esto que somos y no otros").
Si "Negro de Mierda", lo digo
con dolor, es la denominación con la que
se auto infieren, como una pertenencia, es ya de por sí agresiva a la cultura de la
que estoy hablando. Poner ese nombre a una agrupación donde los jóvenes puedan
decir que son unos "Negros de Mierda" es algo que ofende al que se
auto titula y a la sociedad. No se puede pertenecer ni por orgullo ni por
desafío a una agrupación con ese nombre. Pero esta agrupación es un símbolo, todo
es así, agresivo para sí mismo y para los demás. Una democracia no se puede
construir sobre esas bases y esas bases son las que se están socavando. Por lo
visto para ellos tenemos que cambiar la
cultura del respeto, de las reglas, de
las normas de convivencia. La del trabajo organizado, la de la puntualidad, la
disciplina, la de la palabra dada, la de decir la verdad, la de la tolerancia,
la del perdón. Día a día, se va viendo
que está bien transgredir, agredir, no respetar la autoridad, no punir los
delitos que ponen en peligro a toda la sociedad, que la desestructura, le saca
parámetros de referencias y el descontrol se convierte en una forma de vida. Qué
habrán sentidos los indígenas cuando los que los invadieron los quisieron “aculturar”,
pensando que estaban frente a una cultura inferior y que la de ellos era mejor?. Cuando
no entendieron que lo que ellos hacían también era cultura y merecía ser
respetada?.
Siempre se habló de que teníamos una cultura europea. Quizás fuera
así, pero si su intención es latinoamericanizar, nos enseñarían mejor si
aplicaran las culturas indígenas latinoamericanas que hacen del respeto a la
vida una forma de ser.
Publicadas por Stella Maris Coniglio a la/s 1:12 a.m.
Etiquetas: cultura, Negros de mierda, utopias argentinas, Vatallón Militante
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