25 feb 2013
Hay seres que relativizan la grandeza del tirano.
Esta es una historia de tiempos y de reinos pretéritos. El
escultor paseaba con el tirano por los jardines del palacio. Más allá del
laberinto para los extranjeros ilustres,..., el escultor presentó su última obra: una náyade (ninfa que encarna la divinidad del curso de agua que habita) que era
una fuente. Mientras abundaba en explicaciones técnicas y disfrutaba de la
embriaguez del triunfo, el artista advirtió en el hermoso rostro de su protector
una sombra amenazadora. Comprendió la causa. "¿Cómo un ser tan ínfimo" -sin duda
estaba pensando el tirano- "es capaz de lo que yo, pastor de pueblos, soy
incapaz?" Entonces un pájaro, que bebía en la fuente, huyó alborozado por el
aire y el escultor discurrió la idea que lo salvaría. "Por humildes que sean"
-dijo indicando al pájaro- "hay que reconocer que vuelan mejor que
nosotros".
http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/esp/bioy/la_salvacion.htm
http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/esp/bioy/la_salvacion.htm
Publicadas por Stella Maris Coniglio a la/s 12:00 a.m.
Etiquetas: Bioy Casares
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario