Según Sergio Bergman (el rabino) tener paciencia a otro es un acto de
amor, es darle la oportunidad, en su propio proceso, de hacer las
cosas por sí mismo, sin esperar a que las haga tal como uno las
haría.
Interesante. Darle tiempo al tiempo. Esperar el proceso de otro, no imponer nuestra voluntad.En sentido coloquial, tener paciencia vendría a ser no rompás los huevos. Esperá.
31 mar 2014
La paciencia de los argentinos.
Gandhi con buen criterio agrega:
Hay veces que uno espera, espera y con esta ilustración vemos que hay un equilibrio que puede superar la paciencia:
Y es ahí cuando la paciencia cae como un castigo en quien la hace perder.
Ahora, si hablamos de la paciencia de los argentinos, ya es algo muy original:
Tenemos la paciencia masoquista. Regamos a aquello que nos va a ahorcar y nos quedamos esperando que crezca. Cuando creció, ya estamos ahorcados. Paciencia malsana, diríamos.
Paciencia que no es un acto de amor porque es auto destructiva. Cortemos la soguita del elefante. Nos hicieron creer de chiquitos que no teníamos fuerza para cortarla.
Publicadas por Stella Maris Coniglio a la/s 12:00 a.m.
Etiquetas: Paciencia agotada, paciencia argentina
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