12 ago 2014

La mentira lleva a un callejón sin salida


José Antonio Marina en su libro Ética para Náufragos cita a Vladimir Jankélévitch que  habla de la mentira como un problema ya que tiene una validez efímera  y eso hace que el mentiroso tenga que estar manteniéndola constantemente.
Es en sí una solución fácil pero está limitada al presente. O sea, sirve sólo para salir del paso y normalmente, para meterse en un callejón sin salida, porque para mantener la mentira el mentiroso tiene que seguir mintiendo, lo cual lo condena a una cierta soledad. No puede sincerarse nunca, porque se le vendría abajo el edificio. No puede confiarse en nadie.
 Dice una cosa muy curiosa: "El verdadero castigo del mentiroso es la pérdida de su identidad". Recuerda a Sartre que de niño  representaba continuamente un papel ante los demás y cuando se quedaba a solas no sabía lo que tenía que sentir.

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