13 nov 2014

El tema no es cambiar una ficción por otra

D

Cayó en mis manos, siempre por casualidad una obra maestra de la lógica: un cuento de Fernando Pessoa, portugués del año 1922 que se llama: El banquero anarquista (dos conceptos de significados opuestos en una sola expresión)
Durante todo el relato trata de demostrar que se puede ser banquero y anarquista al mismo tiempo, pero va llevando el suspenso a través de la evolución de su pensamiento y sus experiencias para llegar a serlo.
Así empieza explicando que el sindicalista y el que pone bombas son anarquistas en teoría y están afuera  de los ideales del anarquismo, él es anarquista en teoría y en la práctica. Esos son anarquistas y estúpidos, él es anarquista e inteligente.
Define a un anarquista al que se rebela contra la injusticia de que nacemos con desigualdades sociales y de ahí se rebela contra las convenciones sociales que tornan esas desigualdades posibles.
Las injusticias de la Naturaleza no se pueden evitar. Pero las sociales y sus convenciones por qué no evitarlas?. Y ahí pone su esfuerzo y deseo para la abolición de convenciones y fórmulas sociales que producen esas injusticias.
Y agrega: “ el mal verdadero, el único mal, son las convenciones y las ficciones sociales que se sobreponen a las realidades naturales  - todo, desde la familia al dinero, desde la religión al Estado. La gente nace hombre o mujer –quiero decir, nace para ser, cuando adulto, hombre o mujer, no nace  en buena justicia natural, ni para ser marido, ni para ser rico o pobre, como tampoco nace para ser católico o protestante, o portugués o inglés. Y todas esas cosas  suceden en virtud de las ficciones sociales. Entonces, esas ficciones sociales son malas por qué?. Porque esas ficciones no son naturales. Tan malo es el dinero como el Estado, la constitución de la familia como las religiones.”
Aclarando que el tema no es cambiar una ficción por otra porque eso es un absurdo, cuando no sea en realidad un crimen, porque es hacer una perturbación social con un fin expreso de dejar todo como está.

Si les gustó, mañana les sigo contando lo que narra Fernando Pessoa, sí?. 

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