15 nov 2014
Las tiranías que surgen trabajando por la libertad.
Recordemos
a esta altura lo que va narrando Fernando Pessoa en su cuento: "El banquero
anarquista" . El banquero procuraba destruir las ficciones sociales que no nos
permiten ser a todos iguales, pero al mismo tiempo sin estorbar en lo más
mínimo las pocas libertades de los actuales oprimidos por las ficciones
sociales.
Pués bien,
descubre que en el grupo de propaganda (eran unos cuarenta) “criava-se
tirania”, desarrollaban tiranías nuevas.
Surgían
tiranía de la siguiente manera:
Unos se
imponían a los demás y los obligaba a ser lo que querían. Esto ocurría todos
los días y se daba tanto en asuntos relacionados con la propaganda, como por
asuntos vulgares de la vida. Unos iban para jefes y otros para subordinados.
Unos eran jefes por imposición, otros eran jefes por mañas. Debían seguirlos
por persuasión, otras veces por simple insistencia, una tercera por cualquier
motivo. Nunca era una razón lógica. Había en esa imposición y en esa
subordinación algo como instintivo.
Lo que
asombra al banquero anarquista es que eso era contrario a la doctrina
anarquista. No lo hacían ni por dinero, ni por posición social ni por alguna
autoridad de naturaleza ficticia, era una tiranía nueva. Por encima de todo,
era una tiranía ejercida entre sí por gente cuyo objetivo sincero era destruir
tiranías y crear libertades.
Imaginemos
eso llevado a un número mayor, más influyente, tratando cuestiones importantes
y con decisiones de carácter fundamental (me hace acordar a UNEN). Y se pregunta si a través de ese
entrecruzamiento de tiranías se puede entrever una sociedad futura que parezca
libre o con una humanidad digna de sí misma…
También hay otras tiranías muy curiosas: la tiranía de la
ayuda. En vez de imponerse a los otros, los ayudaba en todo cuanto podía. Es
otra nueva tiranía. También va contra los principios anarquistas.
Auxiliar a alguien
que no es incapaz , mi amigo, es tomarlo como incapaz. Esto primero es una
tiranía y después un desprecio. Por un lado cercena la libertad del otro, por
el otro parte, por lo menos inconscientemente,
del principio de que el otro es despreciable e indigno o incapaz de
libertad.
(este tema lo vamos a retomar porque es vital)
Si una sociedad es un
amontonamiento de tiranías, quién va a mover un dedo para la llegada de una
sociedad libre?. Tiranía por tiranía se queda en la que está, que al menos
es a la que estamos habituados. No hay revolución contra el tener que morir ni
el nacer bajo cuando se hubiera querido ser alto.
Analiza las causas de esas tiranías, naturales o heredadas. Llega a la evidencia que en el estado social
presente no es posible que un grupo de hombres, por bien intencionados que estén
todos, por preocupados que estén en trabajar por la libertad,trabajen juntos
sin que espontáneamente críen entre sí una tiranía, sin destruir en la práctica
todo cuanto quieren en teoría, sin involuntariamente estorbar lo más posible la
finalidad que quiere promover. Si el hombre no puede trabajar junto a otros por
el mismo ideal sin entrar en tiranías, entonces se debe trabajar separados por
ese mismo fin,dice el banquero anarquista.
Lo seguimos mañana?. El comienzo en los días 12 y 13 de noviembre.
Publicadas por Stella Maris Coniglio a la/s 12:00 a.m.
Etiquetas: El banquero anarquista, Fernando Pessoa, tiranías
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