7 jun 2015
El Papa podrá recibir pecadores, pero no corruptos. Él lo dijo
En una de las MISAS MATUTINAS EN LA CAPILLA DE LA DOMUS
SANCTAE MARTHAE del 11 de noviembre de 2013 cuyo título fue:
Pecadores sí, corruptos no
El Papa recordó como ejemplo a quien mete la mano en el
bolsillo y hace ver que ayuda a la Iglesia mientras que con la otra roba «al
Estado, a los pobres». Este «es un injusto» para quien hubiera sido mejor —«y
no lo digo yo sino Jesús»,— que le pusieran una piedra de molino y lo tirasen
al mar. No se habla aquí de perdón, «porque esta persona engaña», dijo el Papa
haciendo luego referencia a la primera lectura, tomada del libro de la
Sabiduría (1, 1-7), donde se lee: «El espíritu educador y santo huye del
engaño, se aleja de los pensamientos necios y es ahuyentado cuando llega la
injusticia» (v. 5).
«Donde hay engaño —comentó el Papa Francisco— no está el
Espíritu de Dios. Ésta es la diferencia entre pecador y corrupto. Quien hace
una doble vida es un corrupto. Quien peca, en cambio, quisiera no pecar, pero
es débil y se encuentra en una condición en la que no puede encontrar una
solución, pero va al Señor y pide perdón. A éste el Señor le quiere, le
acompaña, está con él. Y nosotros debemos decir, todos nosotros que estamos
aquí: pecadores sí, corruptos no». Los corruptos, explicó una vez más el Papa,
no saben lo que es la humildad. Jesús los compara con los sepulcros
blanqueados: bellos por fuera pero por dentro están llenos de huesos
putrescentes. «Y un cristiano que presume de ser cristiano pero no vive como
cristiano —destacó— es un corrupto».
Concluyendo, el Santo Padre dijo: «Una podredumbre
barnizada: ésta es la vida del corrupto. Y Jesús a éstos no les llamaba
sencillamente pecadores. Sino que les decía hipócritas». Jesús, recordó una vez
más, perdona siempre, no se cansa de perdonar. La única condición que pide es
que no se quiera seguir esta doble vida: «Pidamos hoy al Señor huir de todo
engaño, de reconocernos pecadores. Pecadores sí, corruptos no».
Ningunas de las entrevistas previas entre el Papa y la Presidente Kirchner produjeron un cambio de actitud, al contrario, se intensificaron los ataques a la justicia. El Papa podrá recibir pecadores, pero nunca corruptos.
Publicadas por Stella Maris Coniglio a la/s 12:00 a.m.
Etiquetas: Cristina Kirchner, Papa Francisco
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