Conmemorar la muerte de algún prócer nos invita a la reflexión sobre su vida y su legado. Nadie puede dudar del legado de San Martin en su lucha por la Independencia, en la transmisión de valores y su entereza moral pero nos hubiera hecho falta su valentía política de enfrentar al caudillismo propio de estas tierras, que no favorecen a una organización nacional basada en el bien común y la equidad. Luchó por la Independencia, pero no ayudó a la conformación de la República. Se fue. Capaz como conocedor de sus límites de incompetencia, pero sabiendo queel lugar que en política uno no ocupa, lo ocupa muchas veces la discordia, la corrupción, las organizaciones delictivas. Quizás los argentinos debamos dejar de huir de nosotros mismos.
17 ago 2015
Dejar de huir de nosotros mismos.
Mitre dijo que "No era San Martín un político en
el sentido técnico de la palabra, ni pretendió nunca serlo.” Que buscaba el
éxito inmediato, que era la independencia, “sin dejar por esto de tener
presente un ideal más lejano, que era por entonces la libertad en la república”.
Conmemorar la muerte de algún prócer nos invita a la reflexión sobre su vida y su legado. Nadie puede dudar del legado de San Martin en su lucha por la Independencia, en la transmisión de valores y su entereza moral pero nos hubiera hecho falta su valentía política de enfrentar al caudillismo propio de estas tierras, que no favorecen a una organización nacional basada en el bien común y la equidad. Luchó por la Independencia, pero no ayudó a la conformación de la República. Se fue. Capaz como conocedor de sus límites de incompetencia, pero sabiendo queel lugar que en política uno no ocupa, lo ocupa muchas veces la discordia, la corrupción, las organizaciones delictivas. Quizás los argentinos debamos dejar de huir de nosotros mismos.
Conmemorar la muerte de algún prócer nos invita a la reflexión sobre su vida y su legado. Nadie puede dudar del legado de San Martin en su lucha por la Independencia, en la transmisión de valores y su entereza moral pero nos hubiera hecho falta su valentía política de enfrentar al caudillismo propio de estas tierras, que no favorecen a una organización nacional basada en el bien común y la equidad. Luchó por la Independencia, pero no ayudó a la conformación de la República. Se fue. Capaz como conocedor de sus límites de incompetencia, pero sabiendo queel lugar que en política uno no ocupa, lo ocupa muchas veces la discordia, la corrupción, las organizaciones delictivas. Quizás los argentinos debamos dejar de huir de nosotros mismos.
Publicadas por Stella Maris Coniglio a la/s 12:26 a.m.
Etiquetas: 17 de agosto, San Martín
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