Confiando en tu propia historia, que se ha reforzado en cada fracaso, y con el amor que das (no el que recibís), que usarás como escudo, podrás resguardarte de tu propia debilidad . Sólo el amor nos salva.
4 ago 2015
No dejes tu interior desguarnecido.
A ese interior vas a tener que recurrir cuando la amenaza externa logre mínimamente penetrar y si no encontrás un sostén, podés sentir que todo se puede desmoronar.
Confiando en tu propia historia, que se ha reforzado en cada fracaso, y con el amor que das (no el que recibís), que usarás como escudo, podrás resguardarte de tu propia debilidad . Sólo el amor nos salva.
Confiando en tu propia historia, que se ha reforzado en cada fracaso, y con el amor que das (no el que recibís), que usarás como escudo, podrás resguardarte de tu propia debilidad . Sólo el amor nos salva.
Ponen de ejemplo a Abraham Lincoln que no sólo
aprendió de los reveses, sino que mostró una resiliencia casi
inconcebible. Dave y Wendy Ulrich describen las fortalezas
emocionales de Lincoln que le permitieron hacer frente a los grandes
reveses e intentarlo una y otra vez:
Perspectiva: ponía las cosas en
contexto, fijándose siempre en el todo en lugar de en las partes.
Equilibrio: era capaz de relajarse y
disfrutar con sus amigos incluso en situaciones de estrés.
Autocontrol: controlaba las emociones
que mostraba en público, para ello, solía escribirse cartas a sí
mismo, que luego rompía.
Conciencia social: trabajaba sin
descanso al servicio de los demás.
Sentido del humor: se reía de sí
mismo y contaba historias para que la gente se sintiera más cómoda.
Publicadas por Stella Maris Coniglio a la/s 12:00 a.m.
Etiquetas: amor
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