Mis conclusiones:
22 sept 2015
La motivación ligada con el asombro.
Para Catherine L' Ecuyer, especialista en primera infancia y
aprendizajes el asombro puede definirse como el deseo por conocer (diría
yo: el hacerse la pregunta). El deseo de conocer es algo muy
relevante porque tiene que ver con dos temas que nos preocupan mucho en el
momento educativo actual. Primero, la motivación: los alumnos están
desmotivados. Y segundo, los problemas de aprendizaje.
Los niños no se asombran solos sino que se asombran en
compañía de una persona que se asombra con ellos. Y además, la persona que tiene el contacto más estrecho con ellos, calibra la realidad para el niño.
Por eso el niño que va al parque y encuentra un
caracol dice: "Mira mamá". El niño triangula entre la realidad que
descubre y el adulto que lo tiene a cargo.
El niño está expectante de la mirada de la madre o de la
maestra. Si le dicen "qué sucio, tira esto al suelo", el niño tendrá
una actitud de miedo o rechazo hacia el caracol. Esa mirada, que es
importantísima en educación, es algo que tenemos que redescubrir. A veces
estamos muy preocupados porque los niños no nos escuchan pero lo que realmente
impacta al niño en la infancia es la mirada de quien lo tiene a cargo.
Los niños necesitan una cantidad mínima de estímulos en un
entorno normal. Sino, se produce el efecto contrario: se dificulta el
aprendizaje porque en el momento en que lo bombardeamos con estímulos, el niño
deja de salir hacia la realidad para redescubrirla y se queda pasivo esperando
por los estímulos externos.
¿Qué quiere un niño pequeño? ¿Estar dos horas frente a la
computadora o ir a buscar caracoles con su padre después de un día de lluvia?
Es muy importante que ayudemos a los chicos a desarrollar un
fuerte lugar de control interno, esos espacios desde el cual se controla la
vida de uno. En las personas que están sobre estimuladas de afuera hacia
adentro, el lugar de control es externo. Tenemos que ayudar a que los niños no
dependan siempre de nosotros para su autorregulación. Hay que salir del modelo
de premios y castigos porque en ese modelo, el castigo es un locus de control
externo. Hay que ayudar al niño a entender las consecuencias de sus actos en el
día a día.
Mis conclusiones:
Mis conclusiones:
Menos estímulos,darles un espacio propio, en vez de prohibir dar alternativas, juegos desestructurados, lugares para la imaginación, para el asombro, para que se hagan sus preguntas y no sean contestadores de preguntas ajenas, para que sean responsables de sus actos.
Publicadas por Stella Maris Coniglio a la/s 12:00 a.m.
Etiquetas: desmotivación, educación, estímulos.
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