Los niños educados para arcángeles se pegan luego unos topetazos que les dejan hundidos por largo tiempo. Y un no pequeño porcentaje de amargados de este mundo surge del clan de los educados para la perfección.
Es preferible permitir a un niño que rompa alguna vez un plato y enseñarle luego a recoger los pedazos, porque "es mejor un plato roto que un niño roto". Es cierto. No existen hombres que nunca hayan roto un plato. No ha nacido el genio que nunca fracase en algo. Sería estupendo educar a los jóvenes en la idea de que no hay una vida sin problemas, pero lo que hay en todo hombre es capacidad para superarlos.
No vale realmente la pena llorar por un plato roto. Se compra otro y ya está. Lo grave es cuando por un afán de perfección imposible se rompe un corazón. Porque de esto no hay repuesto en los mercados.
Padre José Luis Martín Descalzo
Quizás sea el momento de perdonarnos los platos rotos de nuestros mayores, nuestros y el de nuestros hijos y empezar a construir desde nuestra imperfección. Sería bueno reflexionar sobre estas palabras para lograr levantarnos. En los últimos años nos han tirado todos los errores de los argentinos encima y es como si no nos dejaran superarlos. Nos quieren dejar sin repuestos pero lo vamos a emparchar. Qué no nos derroten!!- No les parece?. Somos imperfectos.
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