Esto escribía el 10 de mayo de 2011:
Un gobierno que reconozca los errores. Un gobierno que no
esconda la cabeza. Que cuando ve que tiene un funcionario que está haciendo las
cosas mal no lo traslade para que ocupe otro cargo sino que lo haga hacerse
cargo de lo que se ocupaba. Que no cambie al policía corrupto y lo lleve a otro
lado. Que ponga a los más aptos en cada cargo. Que no tenga las malas prácticas
de sus opositores sino que denuncie las malas prácticas de sus opositores y
haga las cosas con limpieza. Que coordine, eduque, estimule, una, a la
sociedad. Que la solidaridad no sea impuesta sino que sea comprendida y asumida
por el pueblo, tanto por el que da como por el que recibe. Que no sean los
grandes hacedores, gracias, pero prefiero que la patria la hagamos entre
todos.Que las acciones se hagan conjuntamente e inter relacionadas. Que el
conocimiento sea distribuido y asumido como un valor de progreso. Que las
empresas puedan invertir en la educación, en la salud y en las rutas de su zona
y que pueda deducirlo de los impuestos, para que se localicen las obras y se
colabore en lo que es usado por sus camiones y por sus obreros porque una
comunidad que mejora alrededor de una empresa beneficia a todos.Que haya tantas
escuelas como densidad poblacional. Que las villas tengan cloacas, veredas,
calles, agua potable, y generadores de energía renovable. Que se tengan acceso
a lugares de higiene aunque sea compartida (como en los viejos conventillos
donde varias piezas tenían su baño y su ducha). Que a los chicos se los cense
por vocación y aptitud y se los ayude a alcanzar sus objetivos ya sea por
estudios, por deportes, por arte, por trabajos.
Que se desarrollen actividades en zonas no pobladas para cambiar la densidad
poblacional donde se pueda reubicar a la gente con actividades rentables, o por
lo menos con la posibilidad de producir el alimento para el grupo familiar en
primera instancia.Que se trabaje la basura para sacar los elementos que la
componen así emplear a mucha gente y recuperar lo que se entierra.
Un gobierno que sepa que escuchar no es atender a la gente, escuchar es pensar
más allá de lo que se pensó hasta el momento de escuchar a la gente y
modificarse a partir de ahí.
Es demasiado lo que espero de un gobierno justo pero pienso que se nos va la
vida en cada paso, en cada muerto por desnutrición, en cada niño que se cría en
la mugre, en cada anciano que no puede descansar con una buena jubilación, en
cada sonrisa que apagamos los argentinos día a día, en cada esperanza que se le
borra a un joven, que creo que vale la pena construir utopías realizables.
Sigo creyendo más que nunca que puede realizarse.
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