Interesante es observar cómo de 1842 a 1851 se duplica la población. Luego, desde 1851 a 1858 se triplica.
Desde 1858 a 1895 hay 10 veces más. Como si ahora en vez de 1 millón de habitantes pasaríamos a ser 10 millones en tan sólo 10 años . Infraestructura, localización, trabajo, alimentación,
Pero no todo es suma de habitantes. Lógicamente ese crecimiento demográfico brusco produce factores de mortalidad, que en cada caso señalan situaciones particulares que lo afectan. En 1867, un brote de cólera azotó Rosario, se contabilizaron
420 muertes provocadas por la peste. En 1887 otro brote del cólera acababa con la vida de 1.166
personas. Otras brotes como la peste bubónica, la fiebre tifoidea y
viruela, epidémicas en 1906, el incremento, en todo el periodo, de la
tuberculosis, las epidemias de escarlatina de 1916, de gripe en 1918-19 y 1921,
también es una de las más altas del mundo producen bajas importantes. En todos los casos, se expresa la
concurrencia de factores sociales en la mortalidad, representado, entre otros,
por condiciones sanitarias e higiénicas desfavorables debido, según Juan Álvarez, a "la acumulación de basuras y desperdicios, a que la
extensión de cañerías de aguas corrientes no guarda relación con la superficie
ocupada con viviendas precarias" . Las vacunas, los sueros y la higiene social, esta última no
siempre bien instrumentada, en el ayer; los antibióticos desde la Segunda
Guerra Mundial han podido volcar a favor del hombre la lucha entablada contra
las epidemias y las pestes.
Posteriormente vemos un espectacular desarrollo demográfico que
multiplicó la población más de veinte veces en sólo seis décadas.
Primero, la inmigración europea llegada antes de la Primera Guerra
Mundial, con mayoría de italianos y españoles, la proveniente de
países limítrofes y de otras provincias, forjaron una sociedad
cosmopolita. Más tarde, nuevas oleadas de europeos arribadas en la
segunda posguerra y otros emigrados latinoamericanos, contribuyeron a
la diversidad.
Interesante es acotar, lo referente al Gran Rosario.De acuerdo al informe sobre la evolución demográfica del
Gran Rosario en los últimos 30 años (1980-2010), publicado por el Instituto
Provincial de Estadística y Censos (Ipec), se destaca el ritmo de crecimiento
que experimentaron las 10 localidades más pequeñas dentro del conglomerado
Rosario.
Mientras desde 1980 a 2010 "Funes, Granadero
Baigorria, Roldán y Puerto General San Martín crecieron 237 por ciento, 137 por
ciento, 81 por ciento y 80 por ciento, respectivamente, Rosario lo hizo en un
19 por ciento".
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