En Réquiem por un país perdido Tomás Eloy Martínez dice:
¿Dónde está la Argentina? ¿En qué confín del mundo, centro del atlas, techo del universo? ¿La Argentina es una potencia o una impotencia, un destino o un desatino, el cuello del tercer mundo o el rabo del primero?
¿Hay un lugar para la Argentina, una orilla, un rinconcito donde acomodarla sin que a cada rato estén moviéndola el humor de sus gobernantes y la imaginación de sus legisladores?
¿O la Argentina está en ningún lugar y entonces los argentinos pertenecemos a nada, somos los únicos hijos legítimos de la utopía?
Mucha de la infelicidad argentina nace de una lección que la realidad siempre contradice. Se nos enseña que somos grandes y a cada rato tropezamos con la pequeñez. La civilización que hemos predicado está marcada por golpes de barbarie. ¿Cuál es nuestro lugar, entonces?
No somos los mejores pero tampoco los peores, con trabajo se puede limpiar la mugre. Pero no soltemos la lucha. El fin de la impunidad nos va a devolver la dignidad. No va a ser fácil... Es la guerra que debemos ganar para recuperar la autoestima como país.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario