Ya sabemos que Rosario es una ciudad que nació sin escudos
ni blasones, pero se reservó la palabra “palacios”para esos edificios voluminosos
y llamativos que sorprenden por su imponencia.
En la esquina de Sarmiento y Santa Fe (frente al Bar El Cairo)
nos encontramos con el Palacio Fuentes.
Su propietario, Juan Fuentes
Echeverría, fue un inmigrante español nacido en 1852, en Caldas de Reyes,
Galicia. Siendo cochero en Rosario, se casó con la propietaria de la empresa de
carruajes en la cual trabajaba. Allí comenzó su ascenso económico debido a la
audacia y visión progresista, a pesar de no saber leer ni escribir. Después de varios
años de lucha y honrado trabajo y con el propósito que perduraran su nombre y
su edificio como hitos en la historia de la ciudad (demostrando lo que se podía lograr en estas tierras), encargó su ejecución,
terminado en 1927. Fue el primer edificio con estructura de hormigón
armado de Rosario-
Se destaca la descomunal puerta principal, de bronce
de 5 mts. de alto, que a semejanza de las Puertas del Paraíso del baptisterio
de Florencia tiene pequeñas esculturas, donde se mezclan entre otras la
Venus de Milo, un Cacique, el propio rostro de Fuentes y su inmenso escudo con su iniciales
JF que se repiten, en menor tamaño, en las puertas secundarias de las calles
laterales.
Sobre la espléndida puerta principal se deja ver la torre con distintos niveles que va reduciendo su tamaño y la remata una veleta con forma de arado, que simboliza el modo como logro obtener su fortuna.
En la planta baja y el entrepiso había negocios, oficinas y restaurante, mientras que en los pisos superiores, departamentos. Estos cuentan con lujosos adelantos para la época como calefacción central, dormitorios en suite, porteroeléctrico y dependencias y áreas de servicio.En el último piso (sexto) se halla la que fuera vivienda del propietario. La pérgola existente en la terraza, otrora permitía ver las islas y el Río Paraná.
Y hasta las campanadas son las del
carrillón del Big Ben-
Con entrada por Sarmiento 722 del Palacio Fuentes, en el subsuelo, el Bar
Cifré contaba con 2 salones para fiestas, familias y banquetes: el comedor, con
subdivisiones en pequeños comedores y el salón blanco.
Su mobiliario, decoración y servicio hicieron del
Cifré el sitio elegido por la sociedad rosarina para la celebración de los
agasajos más importantes. Ejemplo de su importancia: el banquete del 4 de
octubre de 1925. ofrecido por la Junta de Segundo Centenario de la Ciudad de
Rosario al presidente Marcelo T. de Alvear y al gobernador Ricardo Aldao.
Contaba con servicio para 180 personas en vajilla de
Limoges, cristalería de Baccarat y cubiertos de plata.
Su decoración evidencia la intervención de Alfredo Guido, quien
fue secundado en las pinturas murales por Lucio Fontana.
El mostrador, obra del artista italiano Battilana, estaba
sostenido por atlantes cincelados y pulidos a mano con detalles de plata
boliviana y mármol.
La historia de este Palacio se entrecruza con la
Comuna de Fuentes en la misma Pcia. de Santa Fé con fecha
de fundación en 1888. Enriqueta Wilson de Olavarría Le Bas, Diego Musgrave y
Juan Fuentes se consideran sus fundadores por haberse acogido a la ley provincial
sobre fundación de colonias. En su honor el pueblo lleva su apellido por
haber sido el poseedor de la mayor parte de la superficie del distrito. De ahí
la veleta con forma de arado. Algo parecido a Aarón Castellanos con la colonia
Esperanza y el desarrollo de la agricultura .
Por referencias orales de distintas fuentes ( Dory entre
ellas) pude saber que en esa época sobre los altos edificios se ponían
potentes reflectores (especies de las luces láser actuales) que en días
festivos se movían de un lado al otro y se podían ver desde distintos puntos de
la ciudad de Rosario. Pero este señor, según se cuenta, hizo que la luz del
reflector fuera vista desde Fuentes ( 65 kms. de Rosario) porque él quería ver
a su edificio desde allá. Excentricidades y gustos que no cualquiera se puede
dar. (aunque parece increíble, me hablaron de la oscuridad cerrada durante las noches)
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