3 abr 2018

Ayudar a juntar los pedazos.



Toda demanda es demanda de amor.
Cada uno llama la atención como puede.
Como sabe. Como aprendió.
A nadie le resulta divertido estar pataleando en el medio del piso para rescatar una puta mirada. El que grita está haciendo ruido para que no se le note el dolor. Hace un flor de estruendo para disimular que tiene una falta que no puede llenar.
El otro que cada tanto viene con un planteo que no sabe ni lo que quiere, te está poniendo los ojos de frente para que lo mires y le acaricies la cabeza. No es tan complicado que de repente estires un poco el brazo y le salves la noche. ¿No?
La gente crece y va perdiendo pedazos por todos lados y entonces a veces necesita una mano que lo ayude a juntar.
Tan simple....ayudar a juntar. Como lo que te enseñaron en el jardín. Qué carajo importa quién desordenó la cosa!!!. Qué importa decime si ese tipo ahora no le da el cuerpo para juntar el despiole que le quedó. Dale. Agáchate y juntá con él.
Mírá. Acariciá. Escuchá. Abrazá. No importan los pormenores. Todos estamos atravesados por las mismas cosas. Es cuestión de tiempos verbales. Hoy, le toca a alguien que no sos vos. Dale. No importa como lo pida. Importa que lo está pidiendo. Y en el fondo, toda demanda , es demanda de amor. Vamos!!!.
No es tan complicado.
No seas tan prolijito con las cositas del alma. Relajá y da.
Hay veces, que con un abrazo, nos salvamos todos
Anónimo hasta donde sé

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