7 abr 2018
Momentos de decisión en América.
La inestabilidad es palpable. Uno que vivió las distintas dictaduras, militarizaciones, guerrillas, seudo democracias, en todos y cada uno de los países latinoamericanos. Que tenían la particularidad de actuar como piezas de dominó y que lo que sucedia a uno se replicaba en el otro con mayor o menor intensidad. Países hermanos, se dicen y ninguno actúa como tal, o sí, si se los toma desde el punto de vista de la complicidad.
Ahora más que nunca están a la intemperie, desenmascarados, enlazados en temas, no de solidaridad, sino de competencia delictiva en lo que están basando su poder y en lo que los ciudadanos caemos, sin comerla ni beberla.
Siento que América está decidiendo su destino. Su posición ante el delito. Que no significa que salgamos de él, puede haber un cambio de manos.
Si la Justicia es una fantochada por exceso o carencia, nos desarman. Si tomamos el camino de la Ley podremos hacer algo. Si tomamos el camino del fango, todo será ficción y ya no podremos decidir.
Ahora más que nunca están a la intemperie, desenmascarados, enlazados en temas, no de solidaridad, sino de competencia delictiva en lo que están basando su poder y en lo que los ciudadanos caemos, sin comerla ni beberla.
Siento que América está decidiendo su destino. Su posición ante el delito. Que no significa que salgamos de él, puede haber un cambio de manos.
Si la Justicia es una fantochada por exceso o carencia, nos desarman. Si tomamos el camino de la Ley podremos hacer algo. Si tomamos el camino del fango, todo será ficción y ya no podremos decidir.
Publicadas por Stella Maris Coniglio a la/s 12:04 a.m.
Etiquetas: corrupción, justicia, Lula
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