“A los criollos quiero hablar: a los hombres que en esta tierra se sienten vivir y morir, no a los que creen que el sol y la luna están en Europa. Tierra de desterrados natos es ésta, de nostalgiosos de lo lejano y lo ajeno: ellos son los gringos de veras, autorícelo o no su sangre, y con ellos no habla mi pluma. Quiero conversar con los otros, con los muchachos querencieros y nuestros que no le achican la realidá a este país.
Mi argumento de hoy es la patria: lo que hay en ella de presente, de pasado y de venidero. Y conste que lo venidero nunca se anima a ser presente del todo sin antes ensayarse y que ese ensayo es la esperanza.
¡Bendita seas, esperanza, memoria del futuro, olorcito de lo porvenir, palote de Dios.
El tamaño de mi esperanza (1926). Segundo libro de ensayos de Borges
Era joven, todavía tenía esperanza en los muchachos nuestros. Después, después se fue a morir a Ginebra. Algo superó sus esperanzas.
12 jun 2018
Esperanza, memoria del futuro
Publicadas por Stella Maris Coniglio a la/s 12:00 a.m.
Etiquetas: esperanza
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario