Cuando vi esa ilustración de Stephan Schmitz, en que la mujer sale del cuadro y se besa con el artista, la asocié con la imagen en la que Jean León Gérome plasma el mito de Pigmalión. Galatea en su devenir de estatua a tener vida, todavía con los pies aferrados a la base sólida, pero con el color rosado de las carnes, envuelve en un abrazo a su creador.
Ovidio dice: "El festivo día de Venus, de toda Chipre más celebrado, había llegado y Pigmalión ante las aras (altar) se detuvo y dijo "Si, dioses, dar todo podéis, que sea la esposa mía deseo...la de marfil". Venus le concede el deseo.
En La Rosa Púrpura de El Cairo de Woody Allen no está la relación creador-criatura, pero sí la mezcla de ficción-realidad. En la publicidad de la película apela a esta misma imagen.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario