11 dic 2018

La fuerza del deseo.. Volere, volere.


Cuando vi esa ilustración de Stephan Schmitz, en que la mujer sale del cuadro y se besa con el artista, la asocié con la imagen en la que Jean León Gérome  plasma el mito de Pigmalión.   Galatea en su devenir de estatua a tener vida, todavía con los pies aferrados a la base sólida, pero con el color rosado de las carnes, envuelve en un abrazo a su creador.
Ovidio dice: "El festivo día de Venus, de toda Chipre más celebrado, había llegado y Pigmalión ante las aras (altar) se detuvo y dijo "Si, dioses, dar todo podéis, que sea la esposa mía deseo...la de marfil". Venus le concede el deseo.
En La Rosa Púrpura de El Cairo  de Woody Allen no está la relación creador-criatura, pero sí la mezcla de ficción-realidad. En la publicidad de la película apela a esta misma imagen.

El efecto Pigmalión, en psicología y pedagogía se refiere a la potencial influencia que la creencia que tiene una persona acerca de otra, ejerce en el rendimiento de esta última (la teoría de la profecía auto realizada). SOY LO QUE ESPERAN DE MÍ.
Con amor todo se puede... Volere, volere


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