14 ene 2019
Un idioma universal que no tiene precio.
Un turista coreano paseaba por Florencia y decidió unirse a un grupo
de músicos locales, lo que culminó en un hermoso recital . El material muestra a un turista proveniente de Corea del Sur que, luego
de interesarse por lo que oía pide a un grupo de músicos de jazz unírseles tocando
el contrabajo. El resultado es de primer nivel.
Es para reflexionar. Un idioma universal, la música, y una modalidad distinta, no tiene precio, de verdad. La música transforma las relaciones. El placer de compartir un momento sin interés monetario, Porque sí. En eso está el logro. Chau, hasta luego, encantado. Terminó.
Publicadas por Stella Maris Coniglio a la/s 12:00 a.m.
Etiquetas: música, orquesta callejera
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