21 may 2019
La rebelión contra el destino...
No hay rebelión contra el destino
más vehemente y más obstinada como el de la vida vegetal. Se nutre
de su raíz, que la sujeta indisolublemente al suelo. Es la que la
condena a la inmovilidad desde que nace hasta que muere.
La
flor da al hombre un prodigioso ejemplo de insumisión, de valor, de
perseverancia y de ingeniosidad.
Las
plantas y las flores para multiplicarse tienen que vencer, a causa
de la ley que las encadena al suelo, dificultades mucho mayores que
las que se oponen a la multiplicación de los animales. Así es que
la mayor parte de ellas recurren a astucias y combinaciones.
Por ejemplo la elaboración del néctar, absolutamente inútil para sí
lo fabrica para atraer y retener al libertador como el abejorro,
abeja, mosca, mariposa que realizarán el traslado que no pueden hacer por sí mismas.
Una
vez logrado el fruto, el envoltorio azucarado es tan inútil para la
semilla como el néctar, que atrae a las abejas lo es para la flor.
El pájaro se come el fruto porque es dulce y se traga al mismo
tiempo la semilla, que es indigestible. El pájaro vuela y devuelve
poco después, tal como la recibió, la semilla desembarazada de su
vaina y dispuesta a germinar lejos de los peligros del lugar natal.
Por
otro lado desarrollan sus mecanismos de defensas. Como el caso de
silenas que como a quien más temen es a la hormiga, disponen debajo
del nudo de cada tallo un ancho anillo viscoso.
Hay
desde luego la apasionante cuestión de las espinas, cuanto más
árido y quemado por el sol es el lugar en que crece la planta, más
se eriza ésta de dardos, como si comprendiese que casi sola,
sobreviviente entre las rocas desiertas o sobre la arena calcinada,
es necesario que redoble enérgicamente su defensa contra un enemigo
que no puede escoger .
Y
así podríamos seguir encontrando las estrategias de preservación
de la especie contada tan magníficamente como lo hace Mauricio Maeterlinck en “La inteligencia de las flores”.
Cabe
recordar
La abejas y el día de la consigna esperada
donde el mismo autor nos hablaba de la forma que las abejas se
liberaban de los zánganos.
ESTAMOS EN LA SEMANA DE MAYO...esos milagros de la naturaleza.
Publicadas por Stella Maris Coniglio a la/s 12:00 a.m.
Etiquetas: La inteligencia de las flores, la rebelión contra el destino., Mauricio Maeterlinck
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