Cuando el futuro se ve muy pálido se
busca inspiración en los que pudieron.
Y el personaje de Mandela en la
película “Invitus” cuenta: En la isla (donde estuvo prisionero
más de 20 años), cuando las cosas se pusieron muy mal, encontré la
inspiración en un poema. Sólo palabras. Pero me ayudaron a pararme,
cuando lo único que quería era echarme a morir.
Éste es el poema:
negra como su insondable abismo,
agradezco a los dioses si existen
por mi alma invicta.
Caído en las garras de la circunstancia
nadie me vio llorar ni pestañear.
Bajo los golpes del destino
mi cabeza ensangrentada sigue erguida.
Más allá de este lugar de lágrimas e ira
yacen los horrores de la sombra,
pero la amenaza de los años
me encuentra, y me encontrará, sin miedo.
No importa cuán estrecho sea el camino,
cuán cargada de castigo la sentencia.
Soy el amo de mi destino; Soy el capitán de mi alma
William Ernest Henley
Y sigue diciendo: Recuerdo cuando me invitaron a las Olimpiadas del 92, en Barcelona.-dice Mandela. Todo el mundo en el estadio me saludó con una canción. En ese momento, el futuro- nuestro futuro-se veía muy pálido. Pero escuchar esa canción, y las voces de gente de todo el planeta, me hizo sentir orgulloso de ser Sudafricano. Me inspiró para volver a casa,y ser mejor. Me permitió esperar más de mí mismo.
-Puedo preguntar, ¿Cual era la canción, Sr.?
Bueno, Era "Nkosi Sikelel" Afrika. (Dios bendiga a África,que alce su Gloria)
~Una canción muy inspiradora.
-Necesitamos inspiración, Francois, porque, con el propósito de crear nuestra nación, todos debemos superar nuestras expectativas.
El final de la canción dice:
Suena el llamado a unirnos,
Y unidos permaneceremos,
Vivamos y luchemos por la libertad,
En Sudáfrica nuestra tierra.
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