En días como hoy, con tanto frío, uno se hace varias preguntas. Cómo se abrigan los pobres con sus casitas de chapa?. Qué comen para sentir sus pancitas calientes?. Cómo calientan su morada?.
Cuenta Fortunato Ramos que esta planta, llamada yareta, que está en los cerros , única muestra de vida vegetal, escondida entre las lajas, dura, sedienta, leñosa, es la que la naturaleza puso para que con su calor, cobije a la familia colla, que en silencio vive la dureza implacable de los fríos del alto.
El hombre busca la yareta con un pico o con una punta de hierro. cava alrededor de la, copa, porque el árbol enano está incrustado en la tierra y debe arrancarlo de raíz. El hombre embolsa las yaretas en bolsas de barracán llamadas costales y después las carga en sus burros, tras duros días de trabajo, rompiendo las lajas de los cerros pelados para conseguir este arbusto que, secado al sol, es el mejor combustible que hay en el lugar. Cada casa tiene de reserva, en un rincón del corral, montones, cerros de yaretas secas.
Termina este relato Fortunato Ramos diciendo: La naturaleza entrega al hombre, los elementos necesarios para poder vivir, y lo poco que puede, lo nada que existe, le sirve para criar a sus hijos. La bondad de los pocos vegetales, las energías minerales que hay en los cerros, la energía del sol, imbuyen al hombre de fuerzas extraordinarias, capaces de permitir la supervivencia en los altos, en los salares o en los desiertos áridos de la puna-
Fragmento del relato "Yareta" en el libro "Personajes de la Quebrada de Humahuaca"
Ya publicamos de este autor: Maestras de Caspalá. Vale la pena releerlo. Y a veces nos quejamos...
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