La higiene de manos, es una acción muy simple, sigue siendo la medida primordial para reducir la incidencia y la propagación de los microrganismos resistentes a los antimicrobianos, lo que mejora la seguridad de las personas en todos los ámbitos.
El peor enemigo de los humanos es LA IGNORANCIA VOLUNTARIA.
Sin embargo, el cumplimiento de las normas de lavado de manos es muy escaso en todo el mundo (entre el 5% y el 80%), por lo que los gobiernos deberían velar por que el fomento de dicha higiene, reciba la atención y los fondos suficientes para que resulte eficaz.
La falta de medidas de control de las infecciones favorece la propagación de los microrganismos patógenos, que puede ser especialmente importante en los brotes epidémicos. Nunca debemos olvidar que la higiene de manos salva vidas.
El lavado frecuente de manos con agua y jabón previene enfermedades respiratorias y diarreicas (cólera,gripe, etc.), así como la hepatitis A.
Se debe lavar las manos con jabón y agua:
Después de toser o estornudar (NO TOSER EN LAS MANOS).
Después de usar el baño.
Antes de preparar alimentos.
Antes y después de comer.
Después de estar en zonas donde se tocaron manijas de puertas, en contacto con mucha gente: colectivos, taxis, aviones, baños públicos, escuelas, clubes
Las manos se llevan a la boca con más frecuencia de la que creemos y así se adquieren muchas enfermedades.
Si no tiene agua y jabón, desinfecte sus manos con gel alcoholado, cenizas o limón.
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