12 nov 2019
No hay que dejar pudrir los puentes.
En un remoto lugar del Perú, cerca de
mil personas de cuatro comunidades se reúnen anualmente en un reto
increíble: la renovación del puente Q'eswachaka, situado a 3,600
m.s.n.m., el último puente colgante hecho exclusivamente de fibras
vegetales que aún se conserva en los Andes sobre el Cañón del Río
Apurímac.
Ha sido reconstruido en el mismo lugar desde la época de
los Incas, con la misma técnica tradicional de ingeniería que
tenían, año a año. Lo renuevan. Qué importante!!. Bello para ver
el proceso.
El
viejo puente se utiliza sólo para pasar los tirantes más largos
sobre los que se apoya la construcción del puente nuevo, luego el
puente viejo se tira al agua y queda el nuevo puente que se construyó
en sólo tres días con un trabajo previo de machacar la paja hasta
ablandarla.
Todos traen trozos y van juntando la que encuentran en el
camino.
Durante
tres días, hombres, mujeres y niños trabajan unidos utilizando las
técnicas de sus antepasados incas en un complejo y arriesgado
proceso para celebrar la renovación de la vida y dar una lección
vital sobre el trabajo en equipo y el control sostenible de la
naturaleza.
Importante es difundir el mensaje universal que anualmente
nos recuerdan: juntos no hay nada imposible. Y agregaría, no
hay que dejar pudrir los puentes, hay que renovarlos anualmente,
machacando y machacando. Miren de dónde viene esa palabrita,
machacando se ablandan las cosas y se hacen más resistentes, vio?
Los puentes se tejen MACHACANDO!!! Y MACHACANDO JUNTOS!!! NADA ES IMPOSIBLE.
Publicadas por Stella Maris Coniglio a la/s 12:00 a.m.
Etiquetas: cultura, machacando, Perú, puentes, Q'eswachaka, turismo.
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