Hoy te lo digo científicamente. Somos cuerpo, mente y espíritu. Es por eso que para cuidar la salud de manera integral y conservar una buena calidad de vida, no solo debemos prestar atención a nuestro bienestar físico, sino también a nuestro componente emocional.
El cerebro humano tiene la capacidad de producir sustancias naturales relacionadas con la felicidad, el placer, la relajación y el alivio del dolor físico y emocional. Te presentamos a una de las protagonistas de este evento y te contamos cómo podés aumentar sus niveles para disfrutar de todos sus beneficios:
Endorfinas
Constituyen un tipo de neurotransmisor que se producen principalmente en el hipotálamo y la glándula pituitaria.
Son un potente estimulante natural que no tiene efectos secundarios y que posee la capacidad de cambiar nuestro estado de ánimo.
Actúan como analgésicos y activan los centros de placer, creando situaciones satisfactorias que contribuyen a eliminar el malestar.
¿Cómo se estimula su producción?
Básicamente, todas las actividades que nos resultan placenteras las convocan: reír, cumplir con objetivos, realizar rutinas de ejercicio, relajarse, escuchar música, bailar, leer por gusto y meditar. Estas actividades facilitan la memoria y la atención, y provocan cambios positivos en nuestra actitud.
La risa tiene una notoria influencia sobre la química del cerebro y por eso es la mejor fuente de endorfinas. Numerosos estudios demostraron que reírse disminuye el dolor físico y fortalece el sistema inmunitario.
Las caricias, los besos y los abrazos también estimulan la descarga de endorfinas.
Por eso los abrazos nunca se deben negar, lógico que con barbijos.
Nunca dejes de abrazar o de reír porque tu risa esté tapada, el cuerpo no lo sabe y es nuestra defensa.
Por eso repito la frase "Reír nos hizo invencibles. No como los que siempre ganan, sino como aquellos que no se rinden”. FRIDA KAHLO
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