Es como no saber dónde está el arte, o cuál es el protagonista o qué se salió del cuadro, o si se salió del cuadro. Todo es protagonismo, todo es imitación, todo es un parecer ser.
Como dice Baudrillard: El mundo ya no tiene historia, sino pantalla. Las viejas utopías se convierten en imágenes sin historia, en mercancías.
Estamos viviendo una guerra en vivo, en pantalla. Una utopía que ya no es utopía, sino una cuestión del poder en sí mismo. Adquirir un poder como un auto, o peor, como en una violación. Ya no son guerras por utopías. No se está construyendo historia, se la está destruyendo.
"La construcción del sentido social se desplaza del espacio de la política, hacia un mundo que no tiene historia, sólo pantalla. Son las nuevas formas de producción, las de un nuevo universo simbólico en donde se resignifican las viejas utopías mediante un proceso de descontextualización que las convierte en imágenes sin historia; en mercancías".Jean Baudrillard
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