Principio de renovación. Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que, cuando el adversario responda, el público estará ya interesado en otra cosa.
Principio de la verosimilitud. Construir argumentos a partir de fuentes diversas, a través de los llamados globos sondas o de informaciones fragmentarias. Que no se puedan verificar o cuando se logra verificar ya se está en otro tema.
Esta fábula quizás sea la más divulgada de Tomás de Iriarte:
(no diría corre), volaba un conejo.
De su madriguera salió un compañero,
y le dijo: -Detente, amigo, ¿qué es esto?.
-¿Qué ha de ser?, responde; - sin aliento llego...
Dos pícaros galgos ( unos perros de una raza)me vienen siguiendo.
-Sí, replica el otro, por allí los veo...
Pero no son galgos.
-Pues, ¿qué son?.
-Podencos (otra raza canina).
-¿Qué? ¿Podencos dices?
-Sí, como mi abuelo.
-Galgos y muy galgos; bien vistos los tengo.
-Son podencos; vaya, que no entiendes de eso.
-Son galgos, te digo.
-Digo, que podencos.
En esta disputa, llegan los perros y pillan descuidados a mis dos conejos.
Los que por cuestiones de poca monta dejan lo que importa,
llévense este ejemplo.
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