Nos tenemos que repensar.

Creemos que todos tenemos la misma mirada de la vida y no nos ponemos en el lugar del otro. De dónde viene, dónde vive. Ojalá el censo nos dé el dato de cuánta gente vive en piso de tierra, no tiene una mesa en su rancho, comen con las manos, no saben comer con cubiertos. Lo escuché decir al Dr. Favaloro, para muchos argentinos comer con cuchillo y tenedor es como si nos pusieran cuatro tipo de cubiertos distintos y no saber cómo ni cuándo se usan. 

O la señora que no logra que la empleada doméstica le limpie bien el baño y no le enseña. Porque esa joven no tiene baño en su rancho, se entiende?.

Recuerdo haber leído que en Japón los alumnos avanzados ayudaban a sus compañeros a alcanzar su mismo nivel o que las empresas procuraban la formación técnica de sus  trabajadores. Por suerte ya lo estamos viendo. El frigorífico santafesino Black Bamboo implementó el dictado de clases de escuela secundaria para que cincuenta trabajadores de la empresa pudieran completar sus estudios, después del horario de trabajo. Otras empresas los becan. Algo ya se está haciendo.

Vamos a tener que repensarnos y programar las cosas de otra manera, con otra mirada. La que tuvimos hasta ahora no funcionó. La gente debe dejar de vivir, literalmente, de la basura.