26 jun 2022

No debatas con una mujer.


La mujer es como esos caballitos que en una carrera nadie da dos pesos y  viniendo desde el fondo , de pronto toman velocidad y no hay quien las pare.

Buen este ejemplo de la Web:
Una mujer buscaba leña para su cocina, cerca del río, cuando cortando una rama de un árbol se le escapó el hacha de las manos y fue a parar al fondo del río.
La mujer rezó y suplicó a Dios, entonces, Él apareció y le preguntó:
¿Por qué estás llorando mujer?
La mujer respondió que su hacha se había caído al río.
Dios entró al río, sacó un hacha de oro y le preguntó a la mujer:
¿Es ésta tu hacha?
La noble mujer respondió:
Noooo Dios, No es ésa.
Dios entró nuevamente y sacó del río un hacha de Plata y volvió a preguntar:
¿Esta es tu hacha mujer?
No. Respondió la mujer.
Dios volvió nuevamente al río y sacó un hacha de hierro y madera y nuevamente preguntó:
¿Es ésta tu hacha?
Sí. Respondió ella, ésa es...
Dios estaba tan contento con la sinceridad de la mujer que la mandó de vuelta a su casa, regalándole las otras dos hachas, la de Oro y la de Plata.
La mujer fue con su amado esposo a mostrarle el lugar donde vio a Dios. De repente, él tropezó y cayó al río.
La infeliz mujer, que no sabía nadar, se puso a rezar y suplicar a Dios,
Él apareció y le preguntó:
Mujer, ¿otra vez tú.? ¿Por qué estás llorando?
La mujer respondió que su esposo había caído al río y se había ahogado.
Inmediatamente, Dios entró al río, sacó de las mechas a Brad Pitt y le preguntó a la mujer:
¿Es éste tu esposo?
Sí , sí , sí.
Asintió la mujer.
Entonces Dios se enfureció:
¡Eres una mujer mentirosa! exclamó.
Pero rápidamente la mujer le explicó:
Dios, usted perdone, pero fue un malentendido... Si yo hubiese dicho que NO, entonces Ud. me habría traído a George Clooney del río y si le hubiera vuelto a decir que tampoco era él, Ud. me habría traído a mi marido y cuando dijera que SÍ, Ud. me mandaría para mi casa con los tres hombres.
Mas yo soy humilde pero bien criada, con principios morales y no podría cometer
¡¡P O L I G A M I A!!. Por eso es que le dije SÍ al primero de ellos.
Dios halló justo el comentario de la mujer y la perdonó.
MORALEJA:
"Las mujeres tienen tan buenos argumentos, que hasta Dios les cree."

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